El impacto de la invasión española

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  • Última modificación de la entrada:14/07/2024
  • Categoría de la entrada:Historia

Por: José Vicente Cortés Moreno 

Para 1538 el capitán Lorenzo de Aldana en cumplimiento de las órdenes del gobernador del Perú: Francisco Pizarro, borró la fundación de Pasto hecha por el Teniente Pedro de Puelles para afianzar el poder de Pizarro. Aldana se apresuró a fundar otra, en el lugar que hoy ocupa San Juan de Pasto e inició inmediatamente a repartir encomiendas a sus soldados. Se consideraban principales asentamientos de acuerdo al número de indígenas que podían tributar, por eso inició con los más numerosos.

Pedro de Puelles relacionó cada uno de los asentamientos indios;(documento en traducción) en su viaje fundó Pasto en el valle de Yacuanquer. En su relación de pueblos incluye los asentamientos de Puerres, Tescual y Canchala (AGI/S, traducción), pero no tenía autorización para establecer otra fundación; había sido nombrado teniente de Quito por Pizarro en vez de Belalcázar cuando éste se sublevó y siguió al norte continuando las conquistas pero a su regreso, lo tomó prisionero por tratar de emularlo, y fue llevado posteriormente consigo hasta Bogotá.

Los españoles llamaron fundaciones solamente a los asentamientos de blancos aunque fuera en los poblados de indios y reducciones a los poblados de indígenas.  

Con esta explicación se pretende dar claridad a quienes piensan que Puerres fue fundada por Pedro de Puelles.

En 1537 unos meses después de haber partido Sebastián de Belalcázar en busca de la tierra de Condelumarca, el capitán Lorenzo de Aldana salió con 40 españoles para Cali y Popayán y al regreso en 1537 fundó a Pasto e inició el reparto de los indígenas de esta zona a los conquistadores. En este año se dio inicio el viacrucis de todos los aborígenes; los más pobres y menesterosos ya sufrían el maltrato de los caciques que tan solo les daban lo que a estos les sobraba. Para los españoles la situación era diferente, estos buscaban alta producción en la mano de obra, trabajando más de ocho horas diarias. El trabajo fue extenuante si tenemos en cuenta que ellos estaban acostumbrados a trabajar en el cultivo del maíz, sin presiones de tempo y solamente 90 días al año.

En febrero de 1541 entró Belalcázar a Cali corno legítimo gobernador, y después de instaurar un proceso de usurpación de tierras contra el gobernador Andagoya, expulsó del territorio a Lorenzo de Aldana y a todos los Pizarristas e inició un nuevo proceso de encomiendas en toda la gobernación de Popayán entregando a sus mejores soldados las encomiendas más numerosas del territorio de los Pastos: Ipiales, Pupiales, Túquerres, Funes, Mallama y Males. Estas les garantizaba mayor mano de obra y tributarios; Sebastián de Belalcázar; entregó primero la encomienda más numerosa: Ipiales, al Capitán Hernando Cepeda casado con su hija mayor. Las más pequeñas las reunieron en una sola doctrina y fueron entregadas a compradores a excepción de Canchala que fue entregada al conquistador Vicente Rodríguez para completar mayor número de tributarios. 

Puerres, Canchala y Tescual por no ser numerosas debieron ser incorporadas con el nombre de doctrina: Chapal a encomenderos ambulantes que tenían otras encomiendas en la provincia de los Abades y Quillacingas. Con la llegada de más españoles compradores de tierras a la corona, de disminuyó el número de tributarios por encomendero y así Chapal se dividió en cuatro partes: Chapal 1, Chapal 2, Chapal 3, y Chapal 4.