Proceso de encomienda en Puerres

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  • Última modificación de la entrada:04/08/2024
  • Categoría de la entrada:Historia

Por: José Vicente Cortés Moreno

La encomienda consistía en que un grupo de indígenas de un clan o tribu eran «encomendados» a un español a quien pagaban tributo; en contra prestación el español les brindaba doctrina, dándose así las bases para el surgimiento de los «curas doctrineros». La encomienda se vio favorecida por el tipo de sociedad española, que trasplantó a América el sistema señorial; servicios personales, pagos de tributos, menosprecio por el trabajo material y por la existencia de comunidades aborígenes organizadas con variadas formas de tributación. Básicamente, la encomienda presentó dos fases o períodos:

– La encomienda de servicios personales

Esta modalidad de encomienda consistía en una relación directa entre el español y el indio, sin previa legislación; así, el indio servía o rendía mediante el trabajo personal en las tierras o aposentos de los encomenderos; de este beneficio se sirvieron los primeros conquistadores, cuya meta inicial, no fue la tierra, sino la tierra con población indígena.  

La encomienda de servicios personales era, pues, una institución de control privado que escapaba la vigilancia de las autoridades, en especial la de carácter político y económico (no se tasaba el impuesto para el Rey); esta institución fue propia de la invasión y contribuyó al afianzamiento de los territorios y las grandes propiedades.

– La encomienda de tributos

Esta modalidad de encomienda se desarrolló a mediados del siglo XVI, pues con la organización de las reducciones (tierras comunales, resguardos de indios) era fácil cobrar un tributo en favor del Rey.

El encomendero se beneficiaba en forma indirecta con la encomienda de tributos, ya que el tributo se repartía en cinco partes: una parte, el “quinto real», para la corona; el estipendio para el cura doctrinero; pensiones para particulares; sueldo para los corregidores, funcionarios de la Corona, y, finalmente, la parte correspondiente al encomendero. (Tirado Mejía, Fais Borda y Germán Colmenares)

Con la consolidación y desarrollo de los resguardos se impuso el «alquiler» forzoso de indígenas para trabajar en las minas, los obrajes, la agricultura, y las obras públicas.

Los encomenderos de Puerres, Canchala y Tescual impusieron el alquiler forzoso de indígenas para obreraje de las construcciones que en Pasto realizaba el Capitán Diego de Benavides, ubicándolos como “Mitayos” en el valle de Atriz (Mejía Mejla Justino Pbro. Geografia Pastusa de la Fe pág 263). En 1570 el encomendero de Puerres Francisco Garcés tenía a su cargo 30 familias dedicados a la albañilería, Juan Rodríguez tenía 23 familias de los Canchalas en la Estancia de Pasto dedicados a la crianza del ganado y marranos de levante (Mejla y M. Justino Pbro.) y HernandoAlvarez Daza tenia once familias de los Tescuales dedicados a la crianza de las caballerizas (pueblo de Tescualillo), Archivo Gereral de Indias Audiencia de Quito, Legajo 60 y traducido por Katerin Romoli).

Al ser reemplazado el encomendero Hernando Alvarez D. primero por Gómez de Chaves hasta 1570 y luego por Juana de Encinas los indígenas que estaban dispersos en la montaña no pagaban tributos por su pobreza y debían ser llevados a Pasto a las estancias como mitayos para el cuidado de las caballerizas y el ganado pero como no querían ser trasladados, preferían esconderse en las cuevas y grietas del Cañón del río Tescual cerca del puente natural llamado Rumichaca, hoy en día este lugar es conocido con el nombre de «El Calabozo». Al ser sorprendidos por los españoles en su escondite estos optaron por obstruirles la entrada y salida de la cueva quedando atrapados en su escondite natural. (dato recolectado por el Licenciado Eudoro Belalcazar a los campesinos de la región pero especialmente al indígena Alvaro Pastás a la edad de 80 años). Hasta el momento nadie ha podido ingresar al lugar para saber cuántos murieron y qué llevaban consigo, solamente se puede apreciar externamente gran cantidad de osamenta que atrae hasta el lugar a algunos investigadores y curiosos sin lograr una información detallada. (visita personal en octubre 15 de 1995)

El investigador Luis Fernando Calero anota que Alvarez Daza asentó en Pasto 21 mitayos de Chapal 4 (Tescual) al frente del Cacique Andrés Santiago Tescual. No especifica si cada mitayo se trasladaba con su familia pero con ellos se formó el pueblo de Tescualillo.

Los mitayos fueron llevados al Valle de Atriz de Santiago de Pasto, en base a la ley que permitía llevar indios sirvientes hasta una legua y media a la redonda de la fundación. Estos fueron:  

Funes    32
Chapal   10
Males    39
Tescual  21
Puerres   32
Canchala 23
B
uesaco 226
Total:    383

(Calero Luis Alfredo, Pastos y Quillacingas 1535-1700, U. de Michigan, Beckely, 1988, Tesis de PosGrado, pág 103 tabla 3A)

Para 1590 los indios tributarios habían enviado un memorial al gobernador de Popayán solicitando rebaja en los tributos y aparecen en la primera parte asi: Encomenderos laicos:

Encomienda de Males de don Telmo Rosero 273 tributarios pagan 5 pesetas y 4 Tom. Gr.

Encomienda del pueblo de Puerres de Francisco Garcés 80 tributarios pagan 2 pesetas y 4 Tom. Gr. (gramos de oro)

Encomienda del Pueblo de Canchala de Juán Rodriguez, 78 tributarios pagan 2 pesetas y 2 Tom. Gr.

Encomienda de Tiscual de Juana de Encinas, 71 tributarios pagan 2 pesetas y 1 Tom. Gr.

Encomienda de Chapal de Leonor Orense, 60 tributarios, pagan 1 peseta y 5Tom.Gr.