Aborígenes Precolombinos

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  • Última modificación de la entrada:28/11/2023
  • Categoría de la entrada:Historia

La situación con los primitivos aborígenes del municipio de Puerres como la de muchos otros de la Provincia de Obando, en cuanto al origen y establecimiento de sus pobladores, parece ser que van despejando incógnitas. La información recolectada denota que es una posible certeza que los primitivos pobladores del municipio de Puerres también pertenecían a una de las diferentes parcialidades de los Pastos y no a los Quillacingas, como lo afirman algunos documentos anónimos sin base científica.

 

Al parecer, la etnia tenía fuertes relaciones con las parcialidades del vecino Males (actual Córdoba) porque la antroponimia así lo demuestra. Los Canchalas, Chapuel, Chalacán y Puerres pertenecían a la etnia Pasto de tipo oriental, muy vinculada al proceso migratorio de la alta Amazonía que se encuentra cercana a este sector andino.

 

Entonces, si estuvo poblado por diversos núcleos familiares de indígenas que pertenecían a los Pastos, es obvio que logró una organización política y social del formativo medio que alcanzó esta cultura.

Políticamente se basaban en cacicazgos, con señores principales sujetos al cacique al que ayudaban en el gobierno, lo cual demuestra también su diferenciación social entre la clase principal y el pueblo tributario.

 

Las palabras del cronista Cieza de León lo confirman así:

Los indios de lustre y principales se tratan algo bien, las demás gentes son de ruines cataduras y peores gestos, así ellos como sus mujeres… gente simple y de poca malicia.
Los estudios sobre el cacicazgo, muestra que el heredero de este era por vía paterna, y en caso de faltar el hijo varón heredaba la primera primogénita.

 

Sus costumbres religiosas probablemente tenían creencias mágico-religiosas, basadas en la invocación espiritista. Cieza afirma que los aborígenes Pastos hablaban con el demonio:

Los Pastos hablaban con el demonio (…) cuando los señores se mueren también les hacen la honra a ellos posible, llorándoles muchos días y metiendo en la sepultura los que otros tengan dicho (ajuar, funerario y compañía de otros indígenas), ellos crían que iban a otros lugares agradables para ellos.