El Impacto De Los Incas En La Zona De Puerres

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  • Última modificación de la entrada:22/06/2024
  • Categoría de la entrada:Historia

Por: José Vicente Cortés Moreno

Cuando los españoles llegaron a la costa norte de Suramérica, en 1508, por esa época los incas gobernaban el imperio que se extendía a lo largo del Pacífico y a través de los Andes, desde la frontera sur de lo que es actualmente es el Departamento de Nariño hasta el rio Maule en Chile.

Gran parte de la historia de los incas ha sido escrita en base a la tradición oral recogida por los cronistas. Los incas mantuvieron un control estricto sobre el contenido de sus tradiciones históricas. Estas pasaron, de generación en generación a través de «memorizadores”, que eran especialistas pertenecientes a la élite incaica o que estaban unidos a ellas.

La tradición oral incaica fue recogida especialmente por los cronistas españoles Cieza de León, Miguel Cabello de Balboa, Cristóbal de Molina Sarmiento de Gamboa y por algunos de raigambre indígena como Garcilazo de la Vega, en el siglo XVI y XVII. Más tarde el jesuita ecuatoriano Padre Juan de Velasco; en el Perú Fernando Montesinos, que en 1638 llegó hasta Potosí (Nariño) y además la información del Virrey Francisco de Toledo en 1572.

John Murra, especialista en la cultura Incaica, es uno de los primeros investigadores que rescató la información sobre la cultura andina. Otras fuentes son las dejadas por los administradores coloniales españoles religiosos y civiles (Visitas, censos, juicios, etc.). La utilización de estas fuentes, complementadas con la información de la Arqueología, dan un panorama, bastante completo de la organización del Estado Inca.

A la muerte de Topa Inga Yupangui hubo una confrontación por la sucesión al trono al cabo de la cual, se nombró a Huayna Capac como sucesor. Este, había nacido en Tumipamba (alrededores de Cuenca), amplió la frontera norte  

del Tahuantinsuyu hasta el río Angasmayo, luego de lo cual se preocupó de la consolidación del Imperio hasta su muerte en 1525. (Liian Benitez – Alicia Garcés Abya-yala)

Huayna Capac, al suceder a Topa Inga Yupangui, emprendió en primer lugar la tarea de someter definitivamente a las etnias del norte de Quito (Cayambes y Caranguis), que habían presentado una feroz resistencia. El sometimiento de estos grupos duró un tiempo que se estima entre los 8 y 10 años. Como táctica militar conquistó primero a los Quillacingas y Pastos ubicados al norte ecuatoriano, para de esta manera impedir el abastecimiento y refugio de los pueblos rebeldes (John Murra).

Según Cristóbal de Molina: «Huayna Capac llegó al Carchi con un ejército cansado de combatir y los Pastos seguían resistiendo; hubiera querido avanzar, pero aquellas gentes se hicieron inexpugnables y los suyos se acobardaron y no querían ir en aquella conquista».

El ejército inca debió acobardarse por el número de efectivos que reunieron los Pastos y Quillacingas; según cálculos de Eduardo Zúñiga Erazo basados en la tasación de 1558-59, ascendían a unos 300.000 habitantes; en el distrito de Pasto hablan 21.539 indios tributarios sin incluir los «Abades» y sumando los 4.950 tributarios de la etnia Pasto ubicados en el actual Carchi; da un total de 26.489 y esto lo multiplicamos por 4 que es el promedio de personas a cargo de cada contribuyente; da un total de 105.955 habitantes para 1559 considerando que hablan transcurrido 14 años desde la llegada de los conquistadores españoles y que en este lapso la población disminuyó en proporción de 3:1, se tendría una población total de 317.000 habitantes en el momento en que llegaron los incas y es por esto que Cieza de León argumentó que los Pastos era la nación más poblada en América.

Como se puede ver, al momento de la conquista la densidad de población de las etnias Pastos y Quillacingas era superior a los invasores. No obstante, es necesario aclarar que Cayambis y Caranquis acababan de sostener una guerra cruenta y prolongada de 20 años, con los invasores incas. Según el testimonio de los cronistas, únicamente en la batalla final de Yaguarcocha (Lago de Sangre), murieron 20.000 guerreros, según otros 50.000; en la que los Caranguis y Cayambes prefieron morir a caer prisioneros.

Los incas en su afán de expansión y de dominio no sólo encontraron fuerte resistencia sino que su empresa fue detenida hasta que optaron por la táctica de las avanzadas militares con sus mejores guerreros y la ubicación de puestos fijos o fortalezas de apoyo permanente a sus incursiones para el so juzgamiento de los Pastos; según Cabello de Balboa, avanzaron por la margen derecha del Río Guáitara por el camino que está en la parte más alta de la Cordillera, donde se encontraban los pueblos menores de los Pastos como Tulcán, Potosí, Males, Tescuales, Canchalas, Puerres, Chapales y Funes. Este último era el pueblo más numeroso en la margen derecha del Angasmayo; se calculan 7.740 habitantes si tenemos en cuenta el censo de 1558; de 600 tributarios por 3 que es el Índice que indica la disminución poblacional desde la llegada de los españoles y por 4.3 familiares en promedio por cada tributario.

Esto sirve para clarificar que los Incas no lograron doblegar a los Pastos, pero, permanecieron de 30 a 60 años durante las avanzadas de los enclaves, alcanzando a influir en algunas costumbres agrícolas y en la lengua Quechua «lingua franca» que se generalizó en donde los incas lograron implantarse y que los comerciantes Pastos siguieron difundiendo en su territorio. ( Salinas,[1571]1965)