El Problema De Los Limites Del Imperio Incaico

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  • Última modificación de la entrada:22/06/2024
  • Categoría de la entrada:Historia

Por: José Vicente Cortés Moreno

La idea de que el suroeste de Colombia haya pertenecido al imperio de Cuzco está en opiniones divididas. Son muchos los que afirman que no lograron atravesar el rio Guáitara con pretensión de expansión territorial para someter a los Pastos del lado Colombiano. Nuevas investigaciones foráneas afirman que los Incas sí recorrieron en repetidas ocasiones la margen derecha del Guáitara siguiendo la alta cordillera hasta el río Angasmayo y finalmente avanzaron hasta Funes y de aquí giraron a la izquierda cruzando el río Guáitara, a espaldas del sector más poblado de los Pastos, para seguir el curso superior del mismo, pasando por territorios de Ancuya y Ascual (Samaniego) hasta Barbacoas. (Cabello de Balboa) Esta hipótesis parece confirmarse con los documentos encontrados por Rappaport en archivos de pleitos por territorios entre comunidades indígenas de Pastos e Incas en la frontera colombo-ecuatoriana. La tradición oral de los habitantes de Puerres y Funes, también aseguran haber conocido en la zona rivereña del Angasmayo en Chitarrán, mojones y fortalezas junto a la cascada de La Chorrera por donde pasa el camino que une los pueblos de Puerres y Funes. El paso por el Angasmayo se hace por debajo de la cascada, el camino es abrupto y pendiente, de difícil tránsito. Cruzar por otro sitio es imposible por el erosionado y pronunciado declive del río hacia el cañón.

Las fortalezas Incas son buscadas por investigadores y huaqueros de la región que al conocer las descripciones de la tradición oral, crece el interés por creer que en ese lugar los Incas enterraron el oro y parte de riquezas.(Silvio Ruano, Segundo González, Armando Oviedo)

Basándose en lo anterior, y en las crónicas de Cieza de León existe la tendencia de aceptar que estas fortalezas eran el límite territorial del Imperio.  

Cieza refiriéndose al territorio Pasto, afirma: «En esta región la dominación incaica se extendió al río Angasmayo, hasta donde Guaynacapa llegó, un poco al sur de Funes, a mitad de camino entre los territorios septentrionales (norte ecuatoriano) y meridionales (sur colombiano) de los Pasto (Cieza [1553]1962,pág.115);Moreno Ruiz 197 1b, pág. 19; Mart:nez 1974 pp. 652-653). La empresa incaica no se extendió ni al este ni al oeste de su línea de avanzada dejando a su paso débiles y dispersos vestigios».

Frank Salomón, que investigó en 1975-1976 sobre «La política vertical en las Fronteras del Tawantinsuyu» (Memoria 1, Marka, Instituto de Historia y Antropologia Andina, Quito 1990) afirma que hay algunos documentos descubiertos recientemente, fechados a mediados del siglo XVI , relacionados con la sierras de Ecuador y Colombia (Antigua Audiencia de Quito) que permiten satisfacer estos criterios. Se trata de las visitas-estudios de comunidad con encuestas detalladas-efectuadas durante el periodo comprendido entre 1557 y 1571 y destinadas a fijar las tasas de tributo. Estas encuestas sobre el terreno aportan información sobre el funcionamiento de los cacicazgos autóctonos y sobre la política imperial en cuatro regiones del callejón interandino: 1) La región Pasto en la extremidad septentrional del imperio, en las actuales provincias de Nariño (Colombia) y del Carchi (Ecuador). 2) La región de Otavalo. 3) La región de Quito. 4) La región de Riobamba.

El aspecto 1) aclara que: «la región Pasto en la extremidad norte del imperio», hoy es San Mateo, corregimiento del municipio de Puerres y que durante toda la colonia y parte del siglo XIX hasta 1881 perteneció al pueblo de Funes.

Según Encarnación Moreno, “el país Pasto se localizaba en el extremo Norte del Tawantinsuyu y constituía el punto de avance imperial más lejano y menos consolidado. Parece que su territorio incluía no solamente una sección del  

corredor, interandino, comprendido entre el actual provincia del Carchi y la parte sur de Nariño, sino también grandes zonas forestales situadas en la vertiente occidental, incluyendo la parte del curso superior del río Guáitara».(Moreno Ruiz 1971 p:438)

Cabello de Balboa en su interpretación a Yupanqui dice: «Guayna Capac fue a someter a los Caranquis contra quienes tuvo que luchar para poderlos vencer. Regresó a Tumibamba donde se hicieron grandes celebraciones por los triunfos obtenidos. Luego quiso Guayana Capac dar una visita a la tierra de los Pastos y Quillacingas y demás naciones cercanas… Llegó a Rumichaca donde hizo alto su persona, y mandó a sus capitanes a entrar en ella, y estos adalides llegaron pacíficamente por la parte más alta de la cordillera de una tierra fría, asperísima, montuosa y de pocas y mal puestas poblaciones; hallaron pueblos de gente inútil y sin provecho, viejos, niños, muchachos de poca edad y algunos indiezuelos débiles y de poca cuenta que les indicaron la dirección de la población principal hasta el valle de Atres y la misma nueva y relación tuvieron de la que había más adelante y habiendo puesto allí sus mojones se volvieron a dar cuenta al Señor de lo que dejaban descubierto, y de tal manera disminuyeron la tierra y la gente de ella, que se desdeño el inga de entrar ni meter mano en ella y lo que hizo fue que llegando sobre las riberas de un río quien llamaron Angasmayo sin pensarlo torció su camino sobre la mano izquierda por las tierras de Yascual y Ancubia, y de allí fue al haciento de Caviazara y pasó a Paquinango siguiendo las corrientes de un caudaloso río de allí (degradado por la tierra por ser montaña áspera y lluviosa y por eso muy húmeda) volvió el rostro hacia el sur y por entre un ramo de la gran cordillera del Perú y costa del Mar del Sur ( aunque de lo uno y lo otro va bien apartado) fue caminando con trabajos excesivos y hambres y necesidades. La grandeza de su mismo ejército le hizo la guerra en este viaje y no las naciones bárbaras que por alli estaban pobladas». (Cabello de Balboa, Miscelanea, Antártica. Una historia del Perú Antiguo Universidad Nacional de San Marcos, Facultad de letras, Instituto de etnología, Imprenta López Lima.)

Cieza es el cronista que más temprano llegó a territorio Pasto 1547 y se informó de los nativos de Funes, al igual que el clérigo Miguel Cabello de Balboa que permaneció como cura doctrinero en los pueblos de Funes y Males desde 1572 a 1576. (Justino Mejía, Geografía Pastusa de la Fe). El camino obligado de Cabello de Balboa, fue el mismo que utilizó el ejército Inga donde tenían mojones los imperialistas, cruzando por lo alto de la cordillera en los territorios de los Males, Tescuales, Canchalas, Puerres, Cahapales y Funes. Cuando Cabello de Balboa estuvo en el Perú escribió las narraciones del «memorizador” inca Matheo Yupanqui.

En contraposición a los anteriores cronistas el investigador brasileño Monseñor Federico Lunardi afirma que las fortalezas tan solo eran de apoyo permanente de las avanzadas militares y llama a éste rio: «Falso Angasmayo» reafirmando que el Angasmayo que hablan los cronistas corresponde al Guáitara (Lunardi, Federico, O Angasmayo, «Los verdaderos limites septentrionales do Imperio Incaico», Rio de Janeiro 1935)