Francisco Pizarro Y Sebastián De Belalcazar En El Perú, Ecuador Y Colombia

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  • Última modificación de la entrada:22/06/2024
  • Categoría de la entrada:Historia

Por: José Vicente Cortés Moreno

Por la época en que Cristóbal Colón llegaba por primera vez a Lisboa, nacía en la ciudad de Trujillo, España, Francisco Pizarro. Cuando Colón regresaba de su primer viaje a América, Francisco Pizarro ya había crecido y buscó la forma de embarcarse en uno de los navíos que se hacían a la mar hacia occidente.

La primera aparición de Pizarro en los anales de la historia fue en una expedición para encontrar la colonia del Darién, al sur del istmo de Panamá. Tenía por entonces unos 37 años y servía al mando de Alonso de Ojeda. La expedición fracasó y Pizarro quedó entre los pocos sobrevivientes.

Participó en una nueva expedición al mando de Vasco Nuñez de Balboa, la cual encontró la población del Darién y exploró el istmo. Pizarro acompañaba a Balboa cuando éste descubrió el Océano Pacífico. Era 1513, año en que España envió a Pedro Arias Dávila, a gobernar la nueva colonia. Pizarro en representación del gobernador en 1519, detuvo a Balboa, cuando Pedrarias acusó al gran explorador de traición, para decapitarlo más tarde. Luego continuó al servicio de Pedrarias cuando éste fundó el puerto de Panamá, en la Costa del Pacífico, y construyó barcos para explorar el océano recién descubierto.  

A la edad de 53 años, Francisco Pizarro estaba labrando una pequeña concesión de terrenos cerca de Panamá con una cuadrilla de esclavos indios. No había hecho fortuna, pero tampoco había perdido su ardiente deseo de conquistarla y habla sabido por los indios de la existencia de grandes tesoros hacia el sur. Entre sus vecinos se encontraba un veterano tuerto llamado Diego de Almagro y un sacerdote y maestro de escuela, Hernando de Luque. Los tres labraban sus propiedades en compañía: de Luque tenía la mayor porción, Pizarro la más pequeña y prosperaron lo bastante para equipar dos barcos para una expedición al sur. Los socios pasaban de los 50 años. Pizarro era el jefe y Almagro le seguía en el otro navío con refuerzos y provisiones frescas, mientras que de Luque permanecía en Panamá para conseguir fondos y hombres a medida que se necesitaran. El gobernador del Darién Pedrarias recibiría una participación de una cuarta parte de los beneficios por haber dado su aprobación a la expedición que partía con el objeto de descubrir el fabuloso tesoro del Imperio del oro.

Navegando a mediados de noviembre, Pizarro pronto descubrió que había elegido la estación de las lluvias. Su nave avanzaba penosamente con vientos en contra y la partida que tomó tierra casi muere de hambre. Mientras buscaban provisiones, Pizarro y sus hombres encontraron algunos asentamientos primitivos y hasta algunos adornos de oro, pero el Perú estaba más lejos, al sur lo que le obligó a regresar a Panamá.

El segundo viaje de exploración tuvo más éxito. El barco que seguía bordeando la costa al mando del piloto Bartolomé Ruiz descubrió la Isla del Gallo y hasta encontró otra embarcación, una armadía de balsa que navegaba gracias a una gran vela cuadrada de algodón, iba cargada de cerámicas, tejidos de lana, plata, oro y hasta llevaba un par de balanzas para pesar metales preciosos. La tripulación les informó que venían del puerto inca de  

Tumbes, y que eran súbditos del emperador, Huayna Cápac, cuya capital, Cuzco, tenía más oro que madera. Pero las lluvias continuaban y todos los hombres resolvieron volver a Panamá menos trace de ellos entre los cuales estaba Sebastián de Belalcazar. Pizarro había recibido órdenes desde Panamá de devolverse, pero este desobedeció avanzando al sur y veinte días después llegó al puerto Inca de Tumbes. Aquí encontraron un templo cubierto de oro y un jardín lleno de imitaciones de frutos y plantas de oro y plata.

Pizarro regresó a España en 1528 para hablar con el emperador Carlos V y después de estar en prisión por deudas, logró hablar con el emperador a quién relató sus descubrimientos. Un año después, Francisco Pizarro fue hecho Capitán General y Gobernador del Perú. El 28 de diciembre de 1530, ciento ochenta hombres y veintisiete caballos se hicieron a la vela en Panamá y trece días más tarde Pizarro desembarcaba el grueso de estas reducidas fuerzas para marchar a lo largo de la costa. Había iniciado la invasión europea en el sur, zona de los Pastos.