Por: José Vicente Cortés Moreno
La corona española consideró suyos los territorios Hispanoamericanos, pues, estos fueron adjudicados mediante «Bula Papal» por Alejandro VI a cambio de la cristianización de los nativos. Al ser el universo creado por Dios y el Pontífice su representante en la tierra, éste concedía el universo conocido de un meridiano a otro a conquistadores y colonos por medio de una gracia o merced real.
Las normas jurídicas que rigieron la tenencia de la tierra durante la Colonia en Nueva Granada y en toda Hispanoamérica sufrieron algunos cambios durante la época colonial. Su evolución puede dividirse en tres periodos:
Primero: Capitulaciones y Mercedes Reales (Siglo XVI)
Segundo: Aumento de propietarios de tierras, creación de resguardos y ejidos (Siglo XVII)
Tercero: De la aparición del código de Indias (1680) hasta la independencia
3.8.1. Primero: Capitulaciones y mercedes reales.
Al comienzo de la dominación española la tierra no fue tan importante para los recién llegados, como lo fue la explotación de la mano de obra indígena mediante el sistema de encomiendas. El valor de la tierra era muy bajo si no se contaba con mano de obra para cultivarla.
Durante este periodo, la colonización hispánica se caracterizó por la formación de pequeñas villas muy distantes entre sí, que no superaban los quinientos habitantes. En el área urbana se repartían solares para la construcción de viviendas, cuya ubicación dependía de la condición social de los beneficiarios. Los contornos de la villa eran comunales, incluyendo los montes para el suministro de leña y las fuentes de agua. El cabildo de la Villa vendía las tierras baldías ubicadas alrededor y asignaba zonas especiales para los indígenas encomendados.
Entre 1493 y 1591 las tierras se adquirían a través de cédulas y mercedes reales. Las mercedes reales eran cédula por medio de las cuales el Rey otorgaba tierras a los españoles que venían a Hispanoamérica. Estas mercedes eran ordinarias cuando se otorgaban a cualquier colono español y extraordinarias cuando se daban a un personaje importante. Las mercedes reales eran concedidas a perpetuidad y su carácter era gratuito.
Las cédulas reales eran contratos entre la corona y un conquistador, según las cuales éste era recompensado con grandes extensiones de tierra, adquiría poder sobre las minas, podía distribuir las tierras conquistadas entre sus compañeros de expedición y repartir en encomienda los indígenas de la región.