
Epopeya de una vía de penetración.
Por: Laureano Benavides Revelo (1964)
La actual vía carreteable, de una extensión de 40 kilómetros al Sucio, tiene un cúmulo de antecedentes y sucesos que prueban la tenacidad patriótica de un pueblo, cuyos moradores luchaban tenaces, valientes y esforzados como decía el Libertador: “luchar contra la misma naturaleza y hacer que obedezca”, son los sistemas hoy en boga, comunales, que daban grandes resultados en estas empresas que importaban verdaderos sacrificios. Hoy por ejemplo, la Panamericana es abierta a base de mecánica motriz y las vías anteriores con herramientas improvisadas, pero que solamente la voluntad y valor del Patriota Mingado, realizaba el milagro de aclarar en la selva oscura un sendero, capaz para el tránsito libre.
De los tiempos del caucho empezaron a colonizar las ricas regiones del Guamuéz, gentes o patriarcas que sabían el valor del suelo salvaje y que redundaría con opimos frutos la remuneración de sus esfuerzos.
Dn. Manuel Benavides y Sixta Coral, dieron importancia a esta tarea ubicados, como dueños, en la extensa región, comprendida de la Quebrada Blanca y el Sucio, el Afiladores y Sanjón. Era el hogar epicentro de colonizadores y que respetaban profundamente al Sr. Benavides, ya como Comisario Rural. ya por su honorabilidad refrendada en consejos útiles y oportunos para los colonos que deseaban desanimarse de esa empresa.
El camino era una senda que torturaba, hacía sangrar a cada instante al viajero, porque a ratos, con el peso sobre sus espaldas de 4 arrobas en canastos descalzos, llevando de la mano un bordón o garrocha llamado «mulita’ por instinto de conservación semejaban simios, por las piruetas y oscilaciones obligantes, para pasar por las terribles tembladeras; enmaderados resbaladizos, bretañales que desgarraban la ropa y sangraban los músculos. Empleaban tres días solares para llegar a la residencia de don Munuel, llamada Los Desmontes, de clima templado, ya con potreros donde pastan animales muy gordos y lozanos. Además, con plantaciones de caña “Peojota” y Reina, de cañutos jugosos y gruesos.
Junto al hogar con varias dependencias de muros de tabla, cubiertas con astillas, estaba el tra-piche de viejos modales que el eco llevaba como confortable noticia al fatigado viajero, que descendía del Precipicio, para consolar y hacer olvidar los sufrimientos acaecidos en la selva.
Los nombres de ese camino los narran con horror y se llaman: El Calabozo, Agachadero, Salsipuedes, Sanjón, Chamizo, Quebrada Honda y el Tundal; los cuales son testigos del esfuerzo y fortaleza del carguero
Llegados a casa antes descrita, mitigaban descanso y hartaban alimentos en abundancia, porque este Patricio, generoso, sin exigir recompensas, por ese motivo le recuerdan con profundo cariño y respeto como a un “GRAN BENEFACTOR”.
En el año de 1.922 se decretó la vía Departamental .. todo quedó escrito y nada más….
Después del sonado caso, conflictivo del Perú, motivado por SANCHEZ-CERRO, que dicho sea de paso, nace profunda veneración de los Nariñenses, porque aunque con carretera de emergencia, une al Viejo Cauca y Nariño. Por este detalle nos conectó con el Norte del País.
Antes y después de 1.930, movidos por el dinamismo y empuje del Dr. LUIS S. CEBALLOS (q. d D g), Sacerdote, honor y pres de la Diócesis Pastopolitana, realizador, sin cansancio estimuló a sus feligreses de obras que dicen para el Tiempo y Espacio verdadera grandeza. Puerres muestra la reconstrucción y ornato del Templo principal; la creación de Escuelas Parroquiales; hoy Departamentales. La apertura de calles y caminos vecinales de manera especial el que conduce a Monopamba, casi por la línea trazada por los Dres. GUERRERO RUBEN y CABRERA BELALCAZAR, excelentes alumnos de la Universidad de Nariño y después de las mejores Universidades de CHILE.
Tomando del copiador de Oficios del Concejo de Puerres, numeral 39 de agosto 26 de 1946, cuando ya los trabajos comenzaron, el señor Vicepresidente de dicho Organismo señor Jorge Cortés informa al señor Gobernador del Departamento que los señores Gonzalo A Benavides, Eudoro Narváez Chaves (Concejales), Jorge A. Riascos (Personero) y Mario Obando (Alcalde), “van a esa ciudad con el fin de tratar asuntos de sumo interés para este Municipio de manera especial lo referente al Camino de Penetración PUERRES-MONOPAMBA.
Por la atención que se sirva prestarles de la manera favorable que de seguro serían resueltos nuestros problemas anticipamos nuestros agradecimientos.(Fdo) JORGE CORTES,
Vicepresidente».
Demuestro convincentemente que los Pioneros tuvieron que luchar hasta ver colmadas sus esperanzas y sacrificios en realidades, que favorecieron a todos los hijos de Puerres.
Daba gusto contemplar los millares de obreros, verdaderos zapadores del progreso, que en forma ordenada y estimulados por el mayor rendimiento material abrían brecha sin tener presente lo riscoso del suelo, selva, ni tampoco llueva, truene y relampaguee a fin de que esos tres días de minga, cumpliera su cometido, desde la cima del Cerro Negro, pasando por El Rosal, La Piedra, terminaba en EL GALPÓN.
Dichos hombres acampaban en ranchos construídos por las tardes; los cubrían de pajas paramales de tendido, gruesas capas de frailejón sobre ramas de helechos. Por la noche a distancia se escuchaban cantos de jóvenes gratamente emocionados semejaban serenatas de alta y profunda significación en aquellas inmensidades de respetuosa soledad. Interpretaban «Los Arrayanes”, “Flores Negras», “Si tú fueras mía”. “Avanzan las Patrullas”, “El Soldado» y otros Himnos Patrióticos, terminando con víctores a sus correspondientes Secciones, a la Patria en general.
El rancho del Prefecto de Obando don Sixto Enríquez, tenía a su derredor varios, semejando una ciudadela; a distancia el del Presidente del Concejo, señor Gonzalo A. Benavides, con todos sus familiares y allegados y de este modo se repartían las viviendas nocturnas que de cuando en vez se amenizaban por la aparición de luciérnagas de luces intensas, que presagiaban carros fantasmales por el camino que se abría. Todo era armonía. respeto y disciplina y fervor patriótico por trabajar. Siempre se brindaba por la mujer puerreña de ojos glaucos mirada profunda, expresivos de sensibilidad y altivez, quienes compartían de igual a igual con sus hombres, ya en las contingencias do esos hechos que objetivaban reuniones jamás realizables en el futuro
La Patria, sobre los intereses particulares; la Patria sobre los colores políticos, la Patria debe ser el bien compartido por todos, que su tierra propine los mejores anhelos del hombre, que nunca se margine a la zaga de esperanzas y promesas de oportunistas que logrado la ocasión o finalidad hacen que estos pueblos lides se mueran de hambre.
Esta obra de 40 kilómetros fue construida a base de sacrificios, esfuerzos y tenacidad, producto de un sentimiento firme y constante que fundamenta la convivencia de valía de su propio pueblo. El gobierno apoyó algo, para llevar a efecto las «mingas» por intermedio de gobernadores que sabían realzar a su pueblo en sus propias necesidades. Mi padre, presidente del Concejo, ejemplo de propulsar obras en igualdad de competencia con y después de mi abuelo, don Juan Revelo, ejemplo de un Patricio íntegro de un capitán modelo, por su decoro y valor en la Guerra de los Mil Días, de quien Puerres se ufana y agradece el trazo de sus calles, carreteras, construcción de casas de gobierno, creación del Corregimiento de San Mateo y creación del Municipio.
También son gestores de aquellas mingas: Lucio y Alfonso Revelo B., Eloy Recalde. Ramón Bucheli, Jesús Pérez C., Zacarías Revelo, Isaac Chaves, Roberto López Recalde, Segundo López, Ciro Benavides, Virgilio Bolaños, Juan Bautista Canchala, Olegario Riascos, Estanislao Benavides, Segundo y José Revelo, Gaspar Narváez, Jesús Burgos y miles de ciudadanos; eran jefes de potentes cuadrillas de trabajadores que como los esforzados Espartanos abrían paso con sus propios brazos hacia las regiones que serán la riqueza de la Patria.
Dejo como constancia: que llevaban cada cual fiambres para tres días de estadía de trabajo en la selva.
En una de estas ocasiones, el tiempo cruel, despiadado, a veces desencadenó un crudo invierno en plena cima del Pacífico, que según concepto del viejo TRIANA, era y es el único punto viable de la Cordillera Andina Oriental para sus ubérrimos llanos hasta el Napo, frontera con el Perú.
Allí el riachuelo Galpón salió de madre, anegó todos los ranchos: sus moradores de ese entonces, apoyados por medio del cabo del hacha, buscaban refugio en la ranchería central, logrando por suerte dar con los puntos de referencia al paso del tenebroso caudal. Aquellos peones fueron guiados por el experto y valiente cazador, Vidal Hernández, gran conocedor de estas regiones. La suerte fue adversa, enlutando a éstos, la desaparición de tres de los trabajadores. Cosa rarísima a pesar de la acción torrencial y el frío intenso, todos esos seres continuaban trabajando, a manera de hormigas sobre las estribaciones del propio precipicio, llegando hasta el punto «JUEGO DE PELOTA”, divorcio de las aguas.
Hostigados por el crudo invierno y por un paso logrado en el riachuelo Galpón, al toque del clarín, fue la orden terminante de regresar dejando de esta manera abandonado a su propia suerte en los páramos al ganado que servía para surtir el alimento para los trabajadores.
Cuando llegaron a la Sección de Tescual Alto terminada la selva, éstos, con sus correspondientes jefes, eran recibidos con aplausos y vítores, de inmensos batires de pañuelos blancos, ya por los niños, las mujeres y por los ancianos, a sus seres queridos que en marcha triunfal gigantesca, parecía una gran caravana, los cuales lucían en las copas de los sombreros hojas de blanco frailejón, como si fuesen HORDAS del Zipa o Zaque, entrando a sus tierras de paz.
En la Gobernación del Dr. Acosta y por visita personal de este patricio ejemplo, se ordenó la construcción del camino de Penetración por este lugar; hubo un pequeño retroceso en los trabajos, apenas alcanzando como objetivo, una vía de penetración para los Colonos en sus caballerías, ya que antes era un eterno suplicio.
Las regiones del Bajo Guamuéz son ricas, de relieve accidentado al principio y luego de inmensa planicie. El oro, asbesto, mármol, cuarzo y miles de otras materias preciosas son la fuente de riqueza para una correcta explotación.
Sus selvas inagotables en cedros, pino, caucho y otros útiles para ebanistería y más industrias semejantes. Terrenos propios para la ganadería y la agricultura, desarrollando un verdadero potencial y reserva económica; claro es de lamentar profundamente con sinceridad y franqueza, que la POLITIQUERIA, toma parte en los habitantes que originan divisiones imperdonables entre los Colonos…. Ia secuencia será nula en el apoyo, parece que este fuese una simple “muletilla” empleada por los audaces para lograr sus posiciones en el Legislativo.
Espero que un día llegará la verdadera comprensión de estas circunstancias y talvez al tiempo de escribir estas MEMORIAS, se me informa que el INCORA, ejercita una parte de sus actividades programadas en la construcción de una carretera La Victoria-Llorente y Monopamba, para seguir en busca del GUAMUEZ.
Quizá, por una inquietud o travesura de ingeniería, trace la carretera que serían la base de la Defensa Nacional, por el Sucio hacia Abajo, pasando por el CHURUYACO, hacia los límites con la frontera con el Perú, desde luego conseguiremos:
1.- Riqueza para los Colonos.
2. – El surtimiento de los mercados de Nariño.
3.- Ser la arteria de defensa integral para Colombia.