Tributo De Los Pastos Puerreños En Especie Y Metálico

  • Autor de la entrada:
  • Última modificación de la entrada:05/09/2024
  • Categoría de la entrada:Historia

Por: José Vicente Cortés Moreno 

La fijación y cobro del tributo en la Provincia de los Pastos se rigió por la política tributaria aplicada en toda la Audiencia de Quito. Se distingue una primera etapa (pretoledana) en donde el tributo se componía en su mayor parte de bienes agrícolas y artesanales y una segunda etapa (postoledana) con una tendencia a la monetización del tributo.

Examinando la composición del tributo de los pueblos Pastos en el siglo XVI se observa que las tazas tributarias fijadas por las ordenanzas de Sebastián de Belalcazar en la década de 1550, y ejecutadas por Diego de Benavides en lo que fue la gobernación de Popayán, ponen especial atención en el tributo en especie y en la asignación de la mano de obra para el servicio doméstico y cuidado de las tierras del encomendero. La tasa tributaria de Puerres se componía de productos agrícolas nativos e importados de regiones calientes.  

Para 1597 se eliminaron los impuestos en variedad de productos nativos, salvo el caso del algodón que es muy común encontrarlo en las tasas tributarias de los pueblos norandinos.

CUADRO DE LA TASA TRIBUTARIA DE 1558

ord.

TRIBUTOS

PUERRES

CANCHALA

TESCUAL

 

1

Mantas de algodón

144

130

144

2

Brazas de chaqulra

144

130

144

3

Aves

144

130

144

4

Pares de alpargates

15

15

15

5

Jáquimas con sus cabestros

8

8

8

6

Cinchas de cabuya

4

4

4

7

Reatas de lana o algodón

2

2

2

8

Libras de algodón hilado

6

3

6

9

Arrobas de cabuya

1

1

1

10

Piezas de loza (Cerámica)

14

14

14

11

Tinajas para el agua

3

2

3

12

Petacas

6

6

6

13

Petutes pequeños (esteras)

12

8

12

14

Petates grandes

2

4

2

15

Panes do sal

6

6

6

16

Ají (cargas)

2

2

2

17

Leña por cargas

600

600

600

18

Fanegas de Maíz

3

3

3

19

Fanegas de frijol

3

2

3

20

Fanegas de Trigo

3

2

3

21

Fanegas de papa

2

2

2

Probablemente esto se debió a su importancia como materia prima en la actividad textil y a la demanda de vestidos y mantas de algodón, dado el auge de la producción textil en toda la Gobernación de Popayán hasta el siglo XVII. La tendencia a monetizar el tributo se explica por la necesidad de abastecer de mano de obra a la hacienda y a la estancia. Para ello se forzó a la población indígena a vender su fuerza de trabajo para conseguir metálico que le exigía el tributo.