El duende

En las proximidades del monte, en dirección a Monopamba, residía una mujer en una modesta casa cercana a un río, o mejor dicho, a una quebrada. Al principio, se la conocía como una mujer sumamente trabajadora; sin embargo, con el tiempo, su vida tomó un rumbo sombrío. Trágicamente, sus hijos fallecieron sin causa aparente, dejándola completamente sola y enferma.

 

Con el correr del tiempo, la señora se recluyó en su pequeña vivienda. La pobreza le impedía alimentarse, y su situación se volvía cada vez más desesperada. Con el tiempo, la noticia de su trágico destino empezó a circular entre la gente del lugar. Se cuenta que la encontraron muerta en el suelo de su casa. Lo más sorprendente es que, según relatos, carecía de corazón y sangre. La historia revela que un duende, habitante de la región, había causado estragos en esta humilde familia. La mujer, según se cree, estaba enduendada, sufriendo en reclusión. Finalmente, el duende le arrebató el corazón y se alimentó de su sangre de manera espantosa.

 

En esta región, el duende es temido como un espíritu maligno capaz de desencadenar tragedias, dejando tras de sí únicamente la muerte y el sufrimiento.

 

Contado por: Gabriel Calderón.

 

Como siempre todos los domingos se acostumbraba a viajar al municipio de Córdoba donde realizábamos diferentes actividades. Después de esto regresábamos a nuestros orígenes, siempre se realizaban viajes entre amigos pasando el puente que separaba Córdoba con Puerres uno de los compañeros no quería avanzar se sentó en la mitad del puente y le daba una sensación de tirarse al río fue entonces cuando cayo en cuenta de que el joven lo habían enduendado un espíritu de la otra vida que habitaba en el lago de aquel río.

 

Contado por: Jesús Romo.