Desde niño el artista demostró su amor por el arte. Cuando residía en la vereda Tescual Alto pintaba con plumas de aves y tinta de pétalos machacados
Nació en Puerres un 14 de noviembre de 1932 sus primeros estudios los realizó en la escuela de Tescual, desde niño fue inclinado por la pintura de flores y aves, fue dedicado a las labores del campo con sus padres, a la edad de 21 años ingreso a la universidad de Nariño donde obtuvo el título de profesor de dibujo y pintura, siendo como tesis el óleo “Los Obreros” que mereció el primer premio.
Su producción artística es bastante extensa en cuanto a originales, retratos y paisajes. Atraído por Jesús el Galileo, e impresionado por el artista que lo representó en la película “Rey de Reyes”, hizo una reproducción, con algunos cambios que lo mejoraron, resultando la cara de un Cristo inmensamente humano, de una perfección asombrosa, donde la dulzura se mezcla admirablemente con la severidad y la hombría.
Desde que tenía cuatro años de edad un Puerreño, que por su carisma y don de gente se ha ganado el aprecio y afecto de quienes habitan en su tierra de origen, ha pintado y reproducido sobre el lienzo impactantes rostros y deslumbrantes paisajes no sólo de su región sino también del resto del país.
Así mismo, Francisco Antonio González Oviedo ha restaurado numerosas imágenes religiosas de la parroquia Nuestra Señora de la Natividad. Entre sus composiciones gráficas, con las cuales adorna el humilde taller donde labora, está la réplica de una famosa fisonomía de Jesucristo, reproducción que, según el maestro, ha sido adquirida por los mismos Puerreños o forasteros que a la sureña población del departamento de Nariño han llegado por paseo, trabajo o negocio.
El tiempo que tarda en la elaboración de cada obra depende del tamaño y la complejidad de esta. Por ejemplo, en pintar el rostro de celestiales figuras del catolicismo tarda entre 10 y 15 días. De igual forma ocurre con los paisajes que identifican a la “Ciudad ejemplo de trabajo y cultura” y las réplicas de reconocidos maestros de la paleta, la creatividad el color y el pincel.
Don Francisco Antonio, recuerda que la primera obra que realizó en su infancia fue la virgen de Las Lajas, dibujo a lápiz sobre papel que lo plasmo una vez junto a sus padres que visitaron la concurrida basílica que entre las rocas se sostiene a los lados y al centro el río Guáitara.
Pétalos y plumas
Para darle vida a sus composiciones trajo a su mente cuando con una ovalada piedra de rio molía en el patio de su casa, pétalo de flores silvestres y coloradas rocas que hallaba en los potreros donde jugaba junto a sus amigos.
Para materializar sus ideas utilizaba como pinceles las plumas de gallos y gallinas que recogía en el patio de su casa o encontraba en las huertas de sus vecinas en la vereda Tescual Alto, donde vivió la mayor parte de su infancia y juventud.
Pese a las críticas que algunos de sus conocidos le hacían por la forma tan particular que tenía para pintar, su deseo por auto superarse y reflejar la belleza de la naturaleza fueron superiores.
Figuras de arcilla
Su talento e inagotable creatividad lo llevaron también a innovar en el mundo de la arcilla, por eso en su época con una buena masa de barro elaboró incontables muñecos y pocillos, los cuales, si en el proceso de pintado se averiaban, con el barro sobrante les construía ataúdes y los enterraba en el patio de su casa o en las parcelas de los cultivos de papa y maíz.
Exposiciones, estudios y obras
Francisco Antonio, quien reside en el barrio Esmeralda de Puerres, precisó que el 9 de julio de 2004 participó en una exposición colectiva que se llevó a cabo en un salón de ferias de Pasto.
En los encuentros efectuados en la ex provincia de Obando, y en la capital de los nariñenses ha sido digno merecedor de varias medallas y reconocimientos.
En su galería de arte, ubicada en la parte trasera de su casa, guarda obras como “Destrucción de la Madre Tierra”, “Milagrosa Virgen de las Lajas” y “Redentor y Señor Jesucristo” entre otras.
Restauración
Otra de sus pasiones fue la restauración de imágenes religiosas. Realizó trabajos de reparación en el templo local a Nuestro Señor de los Milagros, Virgen del Carmen, Inmaculada Concepción, San Francisco de Asís, la Dolorosa. Por sus amplios conocimientos capacitó también en su taller a niños y jóvenes de Puerres interesados en dominar el pincel y el color.
Falleció en su casa el 18 de abril de 2016 a la edad de 83 años.
