Jorge Riascos

  • Autor de la entrada:
  • Última modificación de la entrada:27/11/2023
  • Categoría de la entrada:Poesia

Nació en 1902 estudió en el Colegio San Felipe Neri de Pasto fue condiscípulo de José Elías del Hierro y Alberto Montesuma Hurtado. 

 

Escribió más de 300 poesías, entre otras La Gitana, Al señor de los Milagros, A Puerres, Su poesía, Según Álvaro Flores, tiene mucha influencia de la línea Española, de los romanceros y cancioneros populares donde la temática era eminentemente conocida y folklórica (la andaluz) por esta razón se conserva rima consonante bien lograda; los cuartetos bien definidos, el ritmo bastante acertado, aunque la métrica no es del todo exacta. En síntesis se puede afirmar que esta poesía es de corte romántico popular con mucha fijeza en los temas españoles. (Alvaro Florez, Ipiales 1996).

LA GITANA

 

Era una gitana de formas extrañas
De cabellos rubios y ojos de carbón
Que templo su carpa con pared de cañas
En los extramuros de la población.

 

Era de quince años y andaba ofreciendo
Suerte para todos, buena profesión
Se la daba al pobre y al que estaba sufriendo
Y agrupaba al pueblo con este pregón.

 

Quien quiere la suerte? Yo les adivino
De males futuros les puedo librar
Tengo los secretos que encierra el destino
Quien quiere la suerte? Quien quiere comprar?

 

Quieres tu la suerte? Con poco dinero
Te diré el secreto de tu porvenir
Dadme diez centavos, dadme caballero
Y extendió la mano para recibir.

 

Le di diez centavos, con voz rumorosa
Me dijo, bueno joven tuya es la ocasión
Tendrás una novia, joven muy hermosa
De cabellos rubios y ojos de carbón.

 

Oportunamente seguirás tras de ella
Lleno de esperanza, lleno de ilusión
Se fue la gitana… y al mirar su huella
Vi que se alejaba mi corazón.

 

Que suerte la mía, un amor gitano
En mi vida nunca pensé tener
Me marche con ella y en su linda mano
El futuro incierto lo puedo saber.

 

Lo sé con certeza y espero que venga
Mujeres que tengan muerta una ilusión
Todas las que sufren y una herida tengan
En lo más secreto de su corazón.

 

Vengan sin tardanza, les diré el destino
Y un remedio a tiempo, puedo encontrar
No les cobro nada, les diré el camino
Fácil y seguro si quieren triunfar.

 

Vengan a mi carpa aunque desvalida

Los guardo en ella, buena es la ocasión
Les diré la surte, no les cobro nada
Vengan a mi carpa de mi corazón.